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La Comarca esparce saberes sobre hongos

El libro se consigue en la librería El Clon de El Bolsón o contactándose con los autores. Dos de ellos se encuentran en Esquel.

LaSirena dialogó con Maximiliano Rugolo que, junto a Patricia Valeria Silva y Sofía Natividad López, conforman el equipo de autores del libro de divulgación científica “Mico-Libro, Conociendo el mundo de los hongos”. Los tres fueron becarios de doctorado con una beca co financiada entre Conicet y la Secretaría de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva de Chubut. Con el respaldo de esas instituciones ganaron el premio de la provincia para imprimir un libro proyectando llegar a las instituciones educativas.

Maximiliano Rugolo es oriundo de Lago Puelo, se formó en Ciencias Biológicas y se doctoró en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. En la actualidad él continúa el camino de la investigación de hongos comestibles locales, en tanto que sus compañeras se dedican a la docencia y la divulgación científica en Esquel.

En el posdoctorado, Rugolo se dedicó a los hongos silvestres comestibles que no se pueden cultivar. Actualmente trabaja en el CIEFAP cuya sede principal se encuentra en Esquel orientando su investigación hacia la descomposición de residuos regionales tales como pino, cerveza, vino, cerealeras, lengas, etc; a partir del cultivo de hongos comestibles.

Maximiliano en el laboratorio


LS:¿Por qué surge este libro?


M.R.: El objetivo del libro es llegar a las escuelas e instituciones educativas, así como al público general interesado por este tema. Es de divulgación por lo que resulta de fácil lectura.
Por lo general hay mucho desconocimiento en torno al Reino Fungi. La idea es darlo a conocer tanto en sus particulares características como en su rol en los ecosistemas. Hay mucho más que la división entre hongos comestibles y no. Pero además el libro se enfoca en sistemas y bosques donde vivimos en la Patagonia, más allá de las generalidades.
El reino de los hongos cumple un rol en el sistema de lo que atañe a la degradación y el respaldo a las plantas.
Hay una tendencia a asociarlos al mundo de las plantas cuando en realidad es más cercano al reino animal. En la publicación, sin perder la orientación académica, intentamos transmitir que se trata de un Reino complejo que podemos conocer a través de todos nuestros sentidos.
Muchas sociedades son tradicionalmente micofóbicas y tienen rechazo a los hongos por su asociación a la descomposición. Sin embargo creemos que es un mundo que nos merecemos disfrutar y conocer. Queremos dar un paso hacia crear poblaciones micofílicas, que tengan afinidad por los hongos, para aprovecharlo como comida y medicina pero también como agente beneficiario para el ambiente.


LS:¿Qué importancia tienen los hongos en nuestro ambiente?


M.R.: Son muy importantes por muchos factores. En principio porque se trata de los principales descomponedores de toda la materia orgánica que se deposita en los bosques y suelos en general. Mediante enzimas, pueden romper y simplificar estructuras complejas para volver a ponerlas a disposición de la nutrición del bosque. Dentro de ellos existen los que pueden degradar maderas o xilófagos, por ejemplo.
Hay muchos hongos que se asocian a las plantas y les permiten vivir. En los bosques de Nothofagus las asociaciones son por “micorrizas”(asociaciones entre raíces e hifas de hongos) específicas. Si uno daña un árbol daña la micorriza o al revés sucede lo mismo. Las asociaciones permiten a las plantas captar mayor cantidad de nutrientes para la vida.

El organismo viviente más grande del mundo es un hongo, Armillaria ostoyae, que se encuentra en el Bosque Nacional de Malheur, en Oregon, Estados Unidos. Este organismo, conocido como hongo de miel, empezó de un sola espora hasta llegar a extenderse 890 hectáreas (88 estadios de fútbol). El hongo puede abarcar extensiones impensadas y beneficiar así a las plantas. La planta asociada accede a nutrientes más lejanos gracias a ese micelio o conjunto de hifas [se podría decir que son el equivalente al sistema de raíces].
Las bondades de los hongos no terminan allí: otro gran protagonista es el suelo, al que el hongo permite dar estructura. Los hongos aportan permeabilidad y evitan las retenciones de agua aunque sin impedir que se muevan los nutrientes.
También existen asociaciones con insectos y simbiosis con líquenes (algas).
Muchos hongos son parásitos o patógenos. Pueden terminar por generar daños a animales, a nosotros o a los bosques, si presentan un crecimiento desmedido. Pero hay diversos grados de parasitismo en caso de que las especies no logren asociarse de forma equilibrada.


En nuestra zona tenemos el caso del llao llao que crece sin producir daños significativos aunque genera una reacción del árbol. La coevolución de las especies hace más tolerable el parasitismo.

Cyttaria hariotti (llao llao)


L.S.:¿Qué usos/propiedades tienen los hongos?


M.R: Los hongos nos acompañan desde hace miles de años en los saberes ancestrales. Los fermentos ya se preparaban en pueblos antiguos con extractos de frutas, de hierbas, de granos, muchos pueblos andinos y precolombinos tenían fermentos y usos de levaduras para preparar bebidas.
Muchos hongos han sido alimentos desde siempre para gran parte de la humanidad. Los usos medicinales también se difunden a viva voz.
Muchos pueblos orientales tienen hongos que fueron asociados a la inmortalidad, utilizados como antioxidantes, antiinflamatorios, etc.
Gracias a ciertos cultivos se descubrieron y se descubren instrumentos fundamentales para la medicina moderna, tales como la penicilina.
Es posible pensar el tratamiento de los residuos para cultivar hongos comestibles, crear biomateriales y biotextiles.
Es necesario transformar el rechazo a la descomposición y tomarlo como parte de lo que es: parte fundamental del equilibrio en el ecosistema.

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