Desde que se habilitaron las salidas recreativas en El Bolsón a principios del mes de junio, la Reserva Forestal Loma del Medio – Río Azul tuvo una gran concurrencia de personas recorriendo sus senderos. La resolución municipal 109 recomendaba en efecto, las salidas a lugares alejados del casco urbano, a fin de evitar la aglomeración de gente. Sin embargo, no fueron habilitadas desde el municipio las actividades de los concesionarios que cuidan y administran estas zonas de atractivos naturales, tales como la Cabeza del Indio. Ante la falta de control, se ha observado en este tiempo un gran cúmulo de basura desplegada en dichos lugares como también destrozos a la flora autóctona.
Frente a esta problemática, los concesionarios de los atractivos turísticos han dado aviso tanto a la secretaría de turismo como a policía para que se active la patrulla de montaña y así poder cuidar tanto a la reserva como a las personas que la recorren en caso de que ocurriera algún tipo de accidente. La respuesta de la comisaría se dio con presencia policial patrullando la zona desde ese aviso.
En la actualidad los concesionarios continúan trabajando en los protocolos con el INTA para reabrir sus puertas y así cumplir la función para lo cual existen: cuidar los atractivos naturales y a sus visitantes, hecho que urge además en época invernal donde una situación de emergencia reviste mayores dificultades para su asistencia.
Otra gran preocupación se vincula con la tala de bosque nativo que ya fue denunciada en distintos medios locales semanas atrás. En la zona del Río Azul, en cercanías del puente de Doña Rosa se ha detectado la extracción de árboles nativos, en su mayoría cipreses, entre los que se encuentran ejemplares de más de 100 años, pese a que se trata de una especie supuestamente protegida.
Esta situación es recurrente desde el inicio de la cuarentena y si bien los vecinos han hecho las denuncias correspondientes no se han tomado medidas relevantes al respecto. Los mismos vecinos llamaron a gendarmería en más de una oportunidad y aunque los efectivos acudieron a la zona, los días posteriores se volvieron a detectar talas ilegales. Se estima que se están extrayendo alrededor de 30 árboles verdes por día, los cuales pueden pasarse sin mayores dificultades al estar cerrado el control policial de Loma del Medio y venderse rápidamente en forma clandestina.
Ante la gravedad de esta situación, concesionarios de las zonas de atractivos turísticos de la reserva y vecinos de la zona esperan esta semana nuevas reuniones con las áreas de la municipalidad competentes, el INTA, policía y gendarmería para coordinar una respuesta rápida y efectiva frente a estos atropellos que atentan contra nuestra flora y fauna, perjudicando además un recurso turístico fundamental de nuestro pueblo.
