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Aprender a pajarear

LaSirena participó del avistaje de aves que organizó el Parque Nacional Lago Puelo en el marco del Gran Día de Octubre durante la mañana. La jornada, templada y con una temperatura agradable, fue garantía de la presencia de al menos 55 especies de pájaros que decidieron hacerse visibles ante los pequeños grupos de visitantes.

El Gran Día consiste en registrar la mayor cantidad de especies de aves en 24 horas de corrido, comenzando a las 0:00 hs y finalizando a las 23:59 hs del mismo día. El objetivo final del registro es sumar información para facilitar la conservación y la convivencia con estos vecinos alados que, afortunadamente, abundan en la Comarca Andina.


Mirar aves no es para cualquiera. Requiere paciencia y volver sobre los pasos cuando se escucha un canto que resulta peculiar. “Cada mañana es completamente diferente a la otra en cuanto a los sonidos y los avistajes”, explica Zulma Crespo, la guía del grupo. “Pese a tratarse del mismo sendero una nunca se va a encontrar con los mismos habitantes. Depende de ese momento que ellos decidan asomarse”, agrega.

En el avistaje no hay un destino específico al cual llegar como ocurre cuando se hace montañismo. Esta actividad es casi meditativa e implica recorrer y aguzar los sentidos. Cada paso puede ser desandado en caso de que aparezca algún sonido particular emitido por un ave. Si el vecino volador gusta, se asomará para culminar la experiencia de los observadores con su esperada presencia.

Patos Maiceros y patos Barcinos. Foto de Esteban Gandulfo


Ayuda a quien observa ir aprendiendo sobre los hábitos de los pájaros para poder enfocar la vista al ritmo indicado. Saber que un ave se alimenta de semillas o que lo hace de carroña permitirá afinar el espacio de búsqueda. Cada salida es, para la gente del grupo, un nuevo aprendizaje.

Observar aves es, a fin de cuentas, contemplarlas en su hábitat natural, aprender a reconocerlas, distinguir sus comportamientos, plumajes, colores, oír sus cantos y disfrutar otra cara de la vida en la naturaleza.

Cada observación es un debate: -¿Qué tipo de pato es?-; -¿Cómo tenía distribuidos los colores?-; -¿Iba solo?-; Recién después de un acuerdo y algún que otro chequeo en los manuales, se anota en la libreta qué especie fue la que apareció esta vez.

Después del recorrido y ya camino a casa, resulta imposible mirar el entorno como antes. El observador de aves se entrena para percibir de otra forma el ambiente y crece el deseo de aprender más.

Cauquenes: Foto de Patricia Sgrignuoli


“El Parque Nacional Lago Puelo es AICA (Área Importante para la Conservación de las Aves)”, cuenta el Guardaparque Julián Torres. Este año, Julián no pudo asistir al recorrido pero se encargó de transmitir al sistema eBird todas las aves que pudieron verse a lo largo del Gran Día de Octubre en el Parque. El saldo es impresionante: 55 especies distintas.

En la Comarca hay una gran cantidad de apasionados y apasionadas por el avistaje y conservación de las aves. Ellos se mantienen en contacto para consultarse sobre lo último que vieron y organizan diversas actividades. Celebramos que existan aquellos que entienden que somos parte de la naturaleza y nos enseñan a recorrer los senderos en silencio para dejar hablar a nuestros vecinos voladores.

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