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Cuidar los espacios de crianza

La semana pasada más de mil familias acompañaron los reclamos de jardines privados de la ciudad de Bariloche en relación a la grave situación en la que se encuentran y la imposibilidad de afrontar los gastos fijos, desde sueldos hasta alquileres y servicios, en el contexto de emergencia sanitaria actual.

Una situación similar viven en El Bolsón los jardines maternales privados que, desde el inicio del Aislamiento preventivo no han podido retornar a su actividad. Se trata de instituciones pequeñas, dedicadas al cuidado de niñxs menores de cuatro años de edad que se desarrollan bajo la legislación de Comercio y que aún no han recibido ningún tipo de respuesta frente a su situación.

Romina Demir, docente de Nivel Inicial y copropietaria del jardín Quilimbai nos cuenta que semanas atrás presentaron en la municipalidad de El Bolsón un protocolo para reabrir los espacios de crianza en conjunto con otros dos espacios de cuidado infantil: Los Angelitos y Rayitos de Sol. Esta presentación fue acompañada por las familias hacen uso de tales espacios, en tanto expresan su necesidad de volver a dejar a sus hijxs al cuidado de sus referentes en estos ámbitos. Con la reactivación de diferentes actividades laborales han tenido que recurrir a familiares, usualmente adultos mayores que son población de riesgo, o niñeras particulares para que se queden a cargo de sus hijxs. En este sentido, les preocupa además la circulación de lxs niñxs por diferentes ámbitos en un contexto de emergencia sanitaria.

En el mencionado documento se proponen distintas medidas de prevención y cuidado, ajustadas a las normativas vigentes, que van desde el trabajo casi personalizado con un número reducido de niñxs en turnos rotativos, la reorganización de los espacios de los jardines, el refuerzo de las medidas de higiene, la toma de temperatura diaria hasta el trabajo de promoción de la salud e higiene para lxs niñxs y sus familias.

Si bien este protocolo se presentó en tres oportunidades distintas, al Concejo Deliberante, al Ejecutivo y al área de salud, hasta la fecha no han recibido por parte del municipio ningún tipo de respuesta. “Lo que pedimos concretamente es que se nos escuche, que se lea el protocolo y que podamos revisarlo o reformularlo, según los señalamientos que se nos haga” dice Romina, mientras expresa nuevamente la preocupación tanto personal por su fuente laboral, como la que le trasmiten las familias y los mismos niños que ansían volver a su jardín.

Con el propósito de visibilizar su situación y obtener una respuesta de las autoridades competentes, el jardín Quilimbai ha realizado una convocatoria para el lunes 13 de julio a marchar en caravana “En defensa de los espacios de crianza, cuidado y recreación infantil” desde la plaza Pagano de nuestra ciudad. Los espacios de crianza apuestan a la aprobación del protocolo presentado, aunque admiten que, de no resultar viable, será necesario solicitar algún tipo de subsidio que les permita sostenerse, puesto que no han percibido ningún tipo de ayuda económica desde el inicio de la cuarentena.

Durante estos meses de Aislamiento Social Obligatorio, Romina y su socia Belén Alvarez, también docente de Nivel Inicial, han mantenido un contacto fluido con las familias y en especial con lxs niñxs, tratando de acompañar este contexto tan complejo e inusual para ellxs.Han puesto en marcha distintas acciones, desde enviar valijas con propuestas de actividades y material didáctico hasta ir a cada casa y desde el exterior, respetando las distancias exigidas, ofrecerles obras de títeres a lxs peques que manifestaban su alegría por el reencuentro. Las docentes esperan que su reclamo tenga pronta respuesta y que el reencuentro pueda darse también en el interior de las salas que amorosamente esperan el regreso de niñas y niños.

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