Cultural

Cumpleaños de la Biblioteca Popular Lago Puelo: 38 años de voluntariado para el pueblo

Melisa es una joven nacida y criada en Lago Puelo. Recuerda que en su infancia, plenos años 90, la Biblioteca Popular era el centro de reunión para los chicos del pueblo.

“Marta Leiva era docente y daba clases de inglés. Yo la quise mucho y me enseñó lo que era una biblioteca porque también era voluntaria allí. Hay gente que viene a este mundo a acercar los conocimientos al resto y ella fue de ellos: lo hizo a través de la lectura.

La biblioteca nos enseñó a los chicos el sentido de lo popular en términos de accesibilidad. Era el espacio de encuentro de los pibes cuando salíamos de la escuela.

Íbamos los sábados por la mañana y el entretenimiento era participar de los juegos de las radios de la comarca.

Una vez la consigna del juego fue encontrar la palabra más larga. Nos pusimos a buscar en los libros -por ese entonces no había acceso a Internet-, fue enorme la alegría cuando la encontramos. Llamamos a la radio y nos ganamos un desayuno que compartimos entre todos. Lo recordamos como una gran anécdota.

Marta era parte de la Comisión y allí nos transmitieron el valor de asociarnos a una bibilioteca, de cuidar lo que es de todos, de devolver libros, la ayudábamos a ordenar libros y ella nos recibía en la biblioteca donde nos sentíamos parte de su casa”.

La biblioteca recibe una gran afluencia de adultos mayores que en el marco de la pandemia no están pudiendo acceder a las lecturas pero participan desde otros lugares
Foto de Florencia Toledo


Una biblioteca popular es una asociación civil autónoma creada por iniciativa de los integrantes de una comunidad. En ella se crea un espacio único de consulta, expresión y desarrollo de actividades culturales.

Quienes la integran buscan fomentar la lectura, el acceso libre a la información y el fortalecimiento de derechos desde un espacio distinto. La Biblioteca Popular Lago Puelo nació en el año 1982 cuando ya se vislumbraba el final de la dictadura militar.

Mercedes Canggianell, participa como voluntaria desde hace 3 años, es socia hace 5 y forma parte de la Comisión Directiva como vocal titular. “La Comisión Directiva es un grupo de vecinas lectoras comprometidas con el rol social de la Biblioteca en la localidad.

Psicólogas, trabajadoras sociales, bibliotecarias, fotógrafas, artesanas, profesoras de idiomas y comerciantes se reúnen a reparar los libros en jornadas abiertas a la comunidad.
Foto de Florencia Toledo


La institución este año es presidida por Florencia Toledo, la vicepresidenta es Adriana Quintana, la secretaria es María de la Mercedes Botana, Claudia Vignione es Tesorera y el resto de las vocales titulares son Agustina Croce, Marilia Reser y Mariana Rodrigues.

Las bibliotecas populares se sostienen por la voluntad del pueblo para que sigan funcionando. Los grupos van mutando en el tiempo garantizando que lleguen nuevas generaciones con acceso gratuito a lecturas de todo tipo.

“Se reciben aportes de CONABIP, capacitaciones a lo largo y ancho del país. descuentos importantísimos en libros a nivel nacional. Pero el lugar se sostiene gracias a la cuota societaria junto al trabajo voluntario”, explica Mercedes.

Una vez, ella escuchó en la radio testimonios sobre qué era para cada voluntario ser parte de la biblioteca. “A mi lo que me impactó fue cuando expresaron que esto es devolver un poquito de lo que da la lectura, la biblioteca y brindarlo a la comunidad. La biblioteca es valiosa por el valor cultural del libro y el valor social del espacio. El espacio recibe por igual a abuelas lectoras, narradores, actividades de vecines que piden el espacio con distintos objetivos, cine, ajedrez, contra el saqueo, ferias abiertas; tiene un valor social tan importante que cómo no vamos a estar para sostenerla”, reflexiona la voluntaria.


Una jornada de reparación de libros
Foto de Florencia Toledo


“En los últimos años se hizo difícil el sostenimiento de la biblioteca aunque en la actualidad hay respaldo de CONABIP que no es poco. El contexto complicado impacta en todos los niveles del Estado y eso no excluye a las bibliotecas populares”, relata Mercedes.

Cuando las condiciones eran normales, en la biblioteca se realizaban talleres abiertos y gratiferias para dar un mejor destino a los libros repetidos. “Una de las políticas más difíciles de integrar fue la Bibliocabina de libre intercambio de libros, la cual pasó de ser un espacio de deshecho de libros a uno de compartir lecturas”, suma Mercedes.

Desde la pandemia no fue posible realizar actividades presenciales por lo que estas se mudaron a las redes. Algunas propuestas al aire libre fueron posibles: el 21 de septiembre se hizo la siembra de libros con los cuidados biosanitarios y se realizó una campaña de recolección de libros para el Club Frontera.

“Hoy estamos esperando que vuelvan a la biblio más de 90 libros que no están. Nosotros no cobramos multa, pero queremos responsabilidad social de devolver los libros para que otros puedan disfrutarlos”, refuerza la voluntaria.

Muralismo en la biblio.
Foto de Florencia Toledo

La biblioteca cumple 38 años hoy jueves 29/10 aunque se festeja toda la semana con gran cantidad de actividades para toda la comunidad. El día de hoy a las 18 hs. se realizará un Fogón literario al que se invita a llevar lecturas para compartir.

Dejá una respuesta