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La importancia de mirar el sendero: otoño

En laSirena visitamos el cerro en compañía de la Dra. en Biología Melisa Rago, quien nos mantuvo distraídos del cansancio de la subida mientras describió pacientemente lo que podemos encontrar cuando posamos una mirada atenta destinada a la vegetación, al suelo y a los costados del sendero de montaña. Aquí van algunas de las fotografías que hicimos este otoño con una pequeña descripción escrita por ella. En algunas hicimos trampa y agregamos las fotos de la época primaveral para que pudieran apreciarse mejor ¿Sabés identificarlas? Todas son nativas.



Neneo (Azorella prolifera). Frecuente en la estepa y faldeos soleados bajos. Los brotes tiernos son apetecidos por los ovinos, confiriéndole un sabor amargo a la carne. Se emplea para tratar verrugas.



“Violeta amarilla” (Viola magellanica) . Hierba de flores amarillas, común en los claros de los bosques andino-patagónicos. Pertenece a la misma familia de los pensamientos. Durante el otoño no se ve la flor.



Acaena splendens, “abrojo”. Frecuente en terrenos removidos, donde actúa como fijadora del suelo. Se emplea para problemas estomacales y para teñir lanas de marrón. Sus frutos son abrojos.


Valeriana carnosa, “ñancolahuen”. Hierba cuyas raíces se emplean para tratar diversas afecciones nerviosas, del sistema digestivo, respiratoria, dolores y decaimiento general.


Los carpinteros gigantes excavan los árboles para alimentarse de larvas y crear sus nidos y dormideros. Estas son señales de que un carpintero anduvo por esta lenga.


Nothofagus pumilio, “lenga”. Forma los bosques de mayor altitud en la Patagonia andina. En las zonas más altas, donde se acumula la nieve, adquiere una forma achaparrada. Con observar detenidamente sus hojas se la puede distinguir del resto de las nothofagus.


Fabiana imbricata, “palo piche”. Suele formar matorrales coetáneos y densos luego de disturbios como incendios, gracias a la germinación de sus semillas que persisten en el suelo. Se emplea principalmente como diurético.


Nothofagus antarctica, “ñire”. Presente en la mayoría de los bosques y matorrales de Patagonia andina. Tienen una gran capacidad de rebrote que les permite recuperarse luego de incendios.


Vicia nigricans, “arvejilla”. Se trata de una enredadera de la familia de las leguminosas. Como tal, posee bacterias simbiontes en sus raíces que fijan nitrógeno, favoreciendo la fertilización del suelo. No se ven así en esta época del año pero valía la pena mostrar su flor.


Baccharis magellanica, “mosaiquillo”. Es un arbustito rastrero que forma carpetas sobre el suelo hay que detenerse a mirarlo.


Senecio sp. Existen en la región muchas especies del género Senecio. Se trata de hierbas perennes con flores en capítulo (como las margaritas). Habitan en la estepa, bosques andino-patagónicos y la alta montaña.


Beberis microphylla, “calafate”. Arbusto muy frecuente en la región. Es una de las primeras especies en florecer y sus frutos son bayas comestibles con alto valor nutricional y capacidad antioxidante


Agalla en un calafate. Las agallas son estructuras que forma la planta en respuesta a la presencia de un parásito, en este caso un insecto. Posiblemente en el interior de la agalla aún se encuentre el insecto























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