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Otra vez la hambruna en la estepa

El temporal de nieve que castiga este año a la estepa perjudicó principalmente al ganado ovino y caprino aunque también generó pérdidas de vacas y caballos que son además el único medio de transporte hoy en día para acceder a las zonas más complicadas de los territorios. Si bien El ministro de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio de Chubut, Leandro Cavaco, declaró, en base a los relevamientos realizados, una pérdida estimada de 5000 cabezas de ganado caprino, lo cierto es que aún no puede efectuarse un registro exhaustivo del número de animales muertos a causa del temporal.

Patricia Bachmann, veterinaria del SENASA el Maitén nos explica que los productores están aún contabilizando las pérdidas, en la medida que pueden salir a buscar los animales al campo. A la mortandad de cabras y ovejas se suman también, aunque en menor escala la del ganado bovino. Además, por la época del año, muchas de las cabras y ovejas que mueren están preñadas por lo que la pérdida es doble. Por otra parte, los animales sobrevivientes están, por la misma emergencia climática, en emergencia alimentaria, tanto el ganado como los caballos que son hoy en día el único medio de transporte para acceder a las zonas menos transitables del territorio.

Desde el SENASA , nos cuenta Patricia, se han puesto al servicio de las poblaciones de Cushamen, Mina de Indio y Colonia Cushamen los vehículos para transportar agua, leña, víveres y forrajes requeridos así como también todo el personal efectivo para colaborar en el reparto de mercadería. El personal de SENASA visita con regularidad las zonas afectadas. Sus acciones se organizan en conjunto con otras entidades públicas, instituciones y particulares que están coordinando desde El Maitén la asistencia a los parajes vecinos.

Hoy en día la principal necesidad de las poblaciones de Cushamen y alrededores es el forraje para sus animales, que necesitan además reforzar sus defensas para transitar lo que resta de la temporada invernal.

Chubut declaró la Emergencia en los departamentos de la cordillera y precordillera, y según declaraciones del ministro Cavaco, “el objetivo es asistir a los productores más pequeños, aquellos que no tienen posibilidad de subsistencia, para lo cual se está llegando con forraje para su hacienda” y colaborar en la junta de la mayor cantidad de animales en pie posibles para arrimarlos al lugar de alimentación”.

A su vez, desde el Programa de Asistencia Crítica y Directa para la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, impulsado desde nación para asistir a productorxs de todo el país en el marco de la pandemia, se está gestionando el aporte económico para la población afectada de estas zonas; no obstante, este tipo de ayuda no se efectiviza de forma inmediata y lxs productores podrán percibirla en meses venideros.

En este contexto adverso Patricia destaca toda la ayuda que se recibe desde la comunidad en general, de localidades vecinas como El Maitén así como las de la comarca andina que se han organizado para llevar los insumos requeridos. “Vas para Cushamen y parece una autopista por la cantidad de camionetas llevando cosas que cruzás”

Lamentablemente, el estado de emergencia no es nuevo para los productores y productoras de la estepa chubutense. Si bien este año se registraron nevadas de gran magnitud que perjudicaron fuertemente al ganado, lo cierto es que, como nos explica Patricia, los animales de esta zona están en constante emergencia alimentaria debido a las inclemencias climáticas y desastres ecológicos que vienen atravesando hace años. “Este invierno son las nevadas, pero la primavera pasada la invasión de tucuras arruinó cosechas y dejó sin alimento a los animales; sin olvidar los ocho años anteriores de sequías, y la inundación que la precedió.” Todas estas problemáticas tienen una consecuencia entendible y preocupante: la población rural disminuye, en tanto que los campos resultan insuficientes para alimentar a la cantidad de animales; más allá de las diferentes propuestas en torno al manejo de pastoreo, lo cierto es que no hay margen casi para la generación de más alimento. En este sentido, como en tantos otros, urgen las políticas ambientales acordes que permitan sostener nuestros ecosistemas patagónicos, así como las formas de vida de las comunidades que los habitan.

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