Belén es una joven doctora residente de Ginecología en el Hospital de San Carlos de Bariloche. Si este año hubiese sido como otros, le habría correspondido realizar rondas y capacitarse en su especialidad, pero la pandemia la convirtió en otra médica inmersa en los vaivenes de la Covid-19.
Diariamente, junto a otros colegas del Hospital Zonal, debe llamar con su teléfono personal a decenas de personas que se encuentran aisladas y a partir de sus tonos más que de sus palabras, debe descifrar el estado en que se encuentran los potenciales nuevos contagiados. El equipo repite las pautas de aislamiento, cuidados en el hogar, limpieza, ventilación entre otros datos fundamentales.
“Cuando ya hice muchos llamados y empiezo a extrañarme de mis palabras es el momento en que decido cortar la ronda y reavivar la energía para continuar dando pautas claras que ayuden a encontrar las estrategias de aislamiento para esas personas”, explica Belén.
Lleva seis meses reproduciendo el mismo discurso en el cual se solicita a todos salir lo menos posible aunque cree que estamos en un punto de inflexión.
“No se trata sólo de pedir cosas a la comunidad. También es momento de desnudar las falencias del sistema de salud y solicitar todas las cosas que son necesarias para que un hospital se entienda como una institución formada por y para seres humanos”, reflexiona la doctora.
En Río Negro, Cipolletti ya no tiene camas de terapia intensiva disponibles. Hace una semana la gobernadora Arabela Carreras decidió la vuelta a Fase 1 y las reacciones contra esto no se hicieron esperar. Sin embargo, hoy por hoy, en todos los sectores se teme el viraje hacia más muertes en menos tiempo.
Con o sin pandemia el sistema de salud no tiene una historia de comunicarse con la comunidad de una forma constructiva. “Pareciera que la tendencia es a bajar directivas como institución e infantilizar a la población”, reflexiona Belén.
Sin embargo hoy la sociedad está al desnudo y las responsabilidades corresponden a todos los estratos que la componen. Atravesamos un momento en que muchas personas ven llegar turismo VIP mientras pasan hambre, asocian diferentes grados de sintomatología, consecuencias y contagios. Sin un trabajo comunicacional claro no hay aprendizaje posible.
Cuidar los recursos humanos
La carta publicada por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva da cuenta de que este sector se encuentra “al límite”, y termina con un expreso pedido de evitar “salir si no es necesario. El personal sanitario está colapsado, los intensivistas están colapsados, el sistema de salud está al borde del colapso”.
En un sentido más local se puede leer el documento de los comités de Bioética Hospitales de Bariloche, El Bolsón, General Roca y Comité de Bioética Interinstitucional Cipolletti.
Según el documento, la pandemia expuso “la vulnerabilidad del sistema público de salud, y permitió que algunas de estas debilidades, se pudieran atenuar incorporando equipamientos y recursos que aún así han sido insuficientes al no incorporarse intensivistas“.
Además, los profesionales del comité destacan que hay una falencia en varias estructuras de conducción. Llama la atención a los especialistas que “episodios como la difamación y la persecución sean la respuesta al compromiso y excelencia con que vienen sosteniendo los profesionales en esta pandemia”. El documento incluso menciona como hito la renuncia de la Dra. Marcela Fernández a la Jefatura del servicio de Clínica Médica/UCI del Hospital de El Bolsón, en razón del “maltrato reiterado en las reuniones y la desvalorización del trabajo realizado por su equipo de trabajo”. Ante ello desde los comités aseguran que se refleja la “absoluta falta de cuidado delos recursos esenciales y críticos por parte de las conducciones político-administrativas de los hospitales de la Provincia”.
Ante esto, recuerdan la importancia de formar equipos de contención para los profesionales en contacto con situaciones estresantes, la detección de síntomas de burnout y la escucha activa para los equipos de áreas críticas.
Y recuerdan que un proceso de concurso de cargos de jefaturas de servicios y departamentos y de direcciones de hospitales es una deuda de todo el espectro político para con el sistema de salud y la comunidad.
Combatir mecanismos de negación y proyección
El sociólogo Daniel Feierstein hace un breve pero claro análisis social de la actitud generalizada tendiente al incumplimiento de la cuarentena. En la reflexión, aventura engañosamente que ante el incumplimiento de la cuarentena podría ser momento de apelar pura y exclusivamente a la “responsabilidad ciudadana”, ya que insistir por el camino de la prohibición no permitiría resultados positivos sin una inviable e inadmisible represión.
Sin embargo, el especialista asegura que esto sería un movimiento razonable en un marco de normalidad en el que el riesgo de contagiarse es preferible al de quedarse sin otras actividades.
Inmediatamente, nos recuerda que “la población en una catástrofe NO actúa según esa racionalidad ajustada a fines sino que se ve atravesada por acciones afectivas vinculadas a mecanismos de defensa psíquica como la negación y la proyección”.
Feierstein afirma que “no corresponde a los médicos diagnosticar los comportamientos sociales ni decidir políticas apuntadas a ello. El miedo de la gente pudo vencer al mecanismo de negación. Pero eso tampoco es permanente ni automático y los rebrotes en otras partes del mundo lo demuestran. La negación es persistente”.
Insistir en el “Quedate en Casa” ya no se escucha y si quienes saben nos informan mejoras y abren actividades sólo fortalece la postura de la negación.
Una responsabilidad central de los profesionales de las ciencias sociales y humanas tales como la comunicación será, entonces, aportar fortalecer los lazos de cooperación y compartir de un modo solidario nuestras angustias.
El cierre de fronteras y la falta de una estrategia regional
Permanece la insistencia en cerrar fronteras y esa tendencia fortalece el colapso en algunos lugares del país. De esa forma, recuperarse en caso de ser parte de la población que se enferma gravemente resulta una verdadera lotería nacional ligada a los niveles de saturación de las terapias intensivas más próximas.
En su carta, los comités de bioética rionegrinos proponen “la posibilidad de algún tipo de convenio interprovincial con las provincias vecinas de Neuquén y Chubut para la derivación de pacientes con necesidad de ARM”.
Los profesionales manifiestan una sensación de incertidumbre y zozobra ante protocolos de derivación que pueden terminar en la pronta saturación del sistema de salud.
En sus conclusiones, los expertos aseguran que la comunicación es un insumo central que no parece fluir con la premura y la honestidad intelectual con las que debería hacerlo. Cortar los accesos terrestres con vallas y trincheras, aislando jurisdicciones, como si cada provincia fuese un escenario epidemiológico aislado sin un contexto habla de un sistema poco solidario.
“Fortalecer el sistema de salud implica fortalecer en insumos pero también es formar e informar a una comunidad en todos los planos para que las prácticas de cuidado se hagan cuerpo”, reflexiona la Dra. Belén para laSirena.
Excelente nota, llama a una pronta reflexión sobre el rol de los Estados y la importancia de no repetir errores