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28 de Septiembre: Activismos Rosas, pandemia y abortos en la Comarca Andina

Pasados ya dos años del rechazo del Senado al proyecto de legalización del aborto,  y en medio de la incertidumbre acerca de cuándo se decidirá su tratamiento legislativo,  el aborto no entró en cuarentena. Muy por el contrario. En nuestra Comarca tampoco. Durante el período que va desde el 01 de Enero al 30 de Junio de 2020, el Socorro Rosa Comarca Andina ha brindado información y acompañado a 72 mujeres y personas con posibilidad de abortar. Seguimos reclamando su urgente legalización y despenalización, porque se trata de un problema cotidiano. Estamos Cerca.


El 28 de Septiembre se conmemora el día Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible. Este día se declaró en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Argentina en 1990, por la Asamblea del Movimiento Feminista Latinoamericano.

En este contexto, es necesario considerar que el aborto inseguro y clandestino constituye la primera causa de mortalidad de las personas con posibilidad de gestar  en muchos de los países del centro y sur del continente. Esta fecha atraviesa fronteras y se funda en las profundas luchas de nuestra región. Hoy a 30 años de su conmemoración, miles de organizaciones de todo el mundo se unen para seguir demando a los Estados, un derecho que sigue siendo vulnerado. Tres décadas ininterrumpidas de movilizaciones y disputas de sentidos en las que el verde llegó para instalarse como símbolo de libertad e inundar, cada vez más, Latinoamérica y otras regiones, en las casas, en las plazas, en las camas, pero también en las escuelas, en los sindicatos y las bibliotecas, en los hospitales… y podríamos seguir enumerado territorios.

En la Argentina, se calcula que abortan entre 460.000 y 500.000 mujeres al año; lo que demuestra que la penalización resulta, aquí como en otros países, no tan solo poco persuasiva sino más bien un gesto misógino y criminalizador de nuestras vidas. “La prohibición sólo afecta las reglas del juego, es decir las condiciones más que la práctica en cuestión[1]. Por el contrario venimos gestando un minucioso trabajo de sensibilización y  legitimación social a través de nuevas producciones de sentido acerca de las implicancias del aborto y sus prácticas.

El año 2018 marcó un hito en la historia de la lucha por este derecho: por primera vez el Poder Legislativo trató el Proyecto de Ley de Interrupción voluntaria del Embarazo. Aunque el proyecto se aprobó en la Cámara de Diputdxs, el 8 de agosto, un grupo de Senadorxs decidieron refrendar la negación de ese derecho a decidir a miles de mujeres y personas con posibilidad de gestar.

Sin embargo, la marea que colmó los alrededores del Congreso e inundó las calles y las plazas de todo nuestro país exigiendo aborto seguro, legal y gratuito, se pronunció fuertemente: a la clandestinidad no volvemos más!

Los derechos durante la pandemia por covid-19

La Salud Sexual y (no)reproductiva, es reconocida universalmente como un derecho; no obstante, tiene un acceso desigual para las mujeres, niñas, adolescentes y otras personas con capacidad de gestar y abortar en función de las características heterogéneas de los territorios en Argentina. Es un problema de salud pública que requiere de atención particular en especial ante la pandemia por COVID-19 sin precedentes que estamos viviendo en todo el mundo. Este escenario no debería poner en pausa estos derechos, aún en circunstancias de aislamiento social obligatorio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS); Amnistía Internacional (AI); la Red de Acceso al Aborto Seguro en Argentina (REDAAS y su interpretación de la guía del Royal College of Obstetricians and Gynaecologist)[2] han compartido directrices y recomendaciones operativas respecto de los servicios de salud esenciales para el caso. Desde la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva de la Nación se envió una comunicación a referentes provinciales y a los centros de salud que refuerza que la entrega de métodos  anticonceptivos y el acceso a la interrupción legal del embarazo son servicios esenciales.

Sin embargo, en medio de esta pandemia, las barreras estructurales y sistemáticas se multiplican y pueden contribuir a que muchas personas pierdan el acceso a estos servicios esenciales. Es política de Socorristas en Red (SenRed) exigir y acompañar el reclamo para que se garanticen. Nuestras estrategias no entran en cuarentena; por el contrario se redoblan y seguimos armando redes de cuidado: Estamos cerca, relatos de aborto en cuarentena[3],  es una de las campañas comunicacionales que ha tomado formato de libro digital durante la pandemia.

Ante estas barreras existen articulaciones entre el  Sistema de salud y Socorristas en Red (SenRed), una incipiente red para el acceso a la Interrupción Legal del Embarazo en cada sub-región, servicios o consultorios con días de atención específica que están intentando legitimarse y disputando figurar en los organigramas oficiales, y que se ven reconfigurados en este contexto.

Tales dispositivos funcionan como posibilidades concretas de acceso tanto para las mujeres que se acercan allí como para lxs profesionales de la salud que buscan fortalecer el trabajo en equipo y sobrellevar el aislamiento o la soledad, desde la convicción que su trabajo tiene que ver con garantizar los derechos y las decisiones de las mujeres y otras personas con capacidad de gestar. La incidencia de los movimientos sociales, de los feminismos en este caso, tensa hacia dentro del sistema de salud para hacer lugar a las prácticas y las existencias de las personas, sus vidas, sus necesidades y sus deseos.

Por estos sures, en la Comarca Andina del paralelo 42, la Pandemia nos partió al medio. Y no sólo metafóricamente hablando. No sólo pensando en que las medidas de ASPO no nos permitían lo más jugoso, propio y particular que tiene el socorrismo que es el encuentro cara a cara con lxs otrxs, con las mujeres y personas con capacidad de abortar que acuden y llaman al teléfono rosa. Ese encuentro personal singular pero a la vez colectivo, donde todes ponemos a disposición saberes, escuchas atentas y afectos. Nos partió al medio, así, literal y concretamente. La frontera provincial, infranqueable entre Río Negro y Chubut, nos dejó a ambos lados, nos partió (por suerte) en dos. Y digo por suerte porque eso nos permitió reconfigurar la organización que nos posibilita seguir acompañando los abortos que insisten, aún más, en pandemia. De un lado y del otro de esa frontera, de ese límite estatal que no podríamos atravesar.

Pero nosotras no sabemos de límites estatales, así que seguimos a(r)mando acompañamientos afectados en tiempos de pandemia. Acompañamientos articulados con medicxs amigables, afianzando y profundizando esas redes que venimos construyendo desde hace seis años en esta comarca del sur.

Seguimos interpelando la narrativa estatal en tiempos de cuarentena, siempre extendiendo los límites de lo posible.

Andrea Laura González  Socorro rosa comarca andina, SenRed – feministas que abortamos


Conocé más acerca del Socorro en la comarca y las Socorristas en Red haciendo click en este enlace


[1] July Chaneton y Nayla Vacarezza. La intemperie y lo intempestivo (2011)

[2] Ver, entre otras: http://www.redaas.org.ar/archivos-actividades/177-Infeccion%20por%20Covid%2019%20y%20aborto.pdf y https://amnistia.org.ar/wp-content/uploads/delightful-downloads/2020/04/AMR0121412020SPANISH.pdf

[3] https://socorristasenred.org/estamos-cerca/

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