El pasado viernes el Concejo Deliberante de Lago Puelo votó a favor de dos ordenanzas que habilitaban el loteo social de 15 hectáreas destinadas a dar una solución habitacional a 127 familias que podrán acceder a su terreno abonando una tarifa social acorde. La votación estuvo acompañada por la emoción y alegría de las familias que esperaban fuera del recinto y que veían concretarse el sueño de la tierra y la casa propia. Este proyecto de urbanización organizado por el Estado Municipal y acompañado en el Concejo Deliberante por distintas fuerzas políticas tuvo diferentes etapas en su conformación. LaSirena conversó con Gustavo Castro, a cargo de la dirección de Hábitat y Suelo Urbano de Lago Puelo para conocer más sobre el trabajo realizado.
El funcionario cuenta que en febrero se aprobó por ordenanza la creación del Registro Único de Solicitantes de Tierras como punto de partida esencial para evaluar el número de familias que necesitaban acceder a un terreno social. Como requisito obligatorio para inscribirse se solicitaba tener un mínimo de cinco años de residencia en la localidad. Luego se establecieron una serie de ítems para pautar la prioridad de las entregas de terrenos, entre los que se encontraban el ser oriundos y oriundas de la localidad, la situación socioeconómica, número de integrantes de la familia y demás. Según nos cuenta Castro, desde la dirección se buscó que el proceso no fuera sólo una “entrega de papeles” sino que pudiera generarse además un intercambio con lxs solicitantes. Así se llevaron adelante cerca de 400 entrevistas para explicar a la gente los pasos de todo el proceso y sus requerimientos, como también para conocer en profundidad sus necesidades.
Posteriormente se realizó un seguimiento de cada caso, que incluyó la visita de trabajadores sociales a las familias para avanzar con el proceso. “Se trabajó desde las diferentes áreas para hacer un mejor seguimiento y acompañar cada situación en particular, como los casos de violencia de género que se acompañaron en conjunto con el Área de la Mujer y la Familia”, relató el funcionario.
Si bien fueron asignados 127 terrenos, no se ha cubierto aún las necesidades habitacionales de todas las familias solicitantes. “El principal problema que tuvimos fue que en varios casos no se presentaron los papeles requeridos. Es entendible, ya que responde a un descreimiento histórico a este tipo de propuestas que después no tuvieron una respuesta efectiva por parte del municipio”, explica Castro. En este sentido aclara que el registro continúa trabajando y que quienes no hayan resultado beneficiados con esta primera entrega pueden acercarse a la oficina municipal para evaluar sus expedientes y analizar cada situación.
Más allá del Registro y el seguimiento de cada caso, la secretaría de Desarrollo Humano y Social tuvo una participación activa en el cuidado de los terrenos fiscales que el municipio destinó al loteo social y que el concejo deliberante aprobó. “En estos meses se realizaron guardias activas para cuidar el predio en conjunto con personal policial y se pudieron desarticular tres intentos de tomas, porque nuestra idea es que la tierra llegue a quienes la necesitan, en un marco legal” sostiene Castro y continúa: “este es el primer barrio que nace planificado, desde un papel, en Lago Puelo, contempla espacios verdes y una futura escuela. Será también una conexión valiosa entre el paraje de Golondrinas y el pueblo de Lago Puelo”.
El funcionario aclara además que se está trabajando para hacer llegar los servicios hasta el lugar, y que se gestionan fondos de los proyectos Argentina Hace para llevar la red de agua al nuevo barrio. Asimismo, un número reducido de lotes saldrá a la venta en oferta pública destinado a comercios que quieran instalarse y esos ingresos económicos serán también reinvertidos en servicios para el barrio.
Ana: una de las 127 historias
Ana está finalizando el profesorado de música en el ISFDA 814 de Lago Puelo. Llegó a la localidad en el 2014 a estudiar su carrera y aquí tuvo a su pequeña Lila que hoy tiene cuatro años. En el 2018 se inscribió en lo que antes era la Dirección de tierras y en el IPV para intentar acceder a un terreno a un costo acorde a sus posibilidades. “Soy madre soltera y mientras estudiaba y me recibí trabajé de muchísimas cosas de forma autónoma, desde armar ferias de ropa, realizar costuras y demás. Digamos que fui adquiriendo nuevas habilidades, pero costaba mucho llegar a ahorrar como para un terreno. Si bien al principio cuidaba casas, ya con mi bebé decidí alquilar para darle mayor estabilidad. Hasta hoy sigo siendo inquilina y veo como han ascendido los precios de los alquileres en estos años. En distintas oportunidades acudí al municipio para plantear mi necesidad de vivienda, pero siempre me contestaban que era muy difícil acceder a un terreno con una tarifa social” cuenta Ana.
“Al tiempo de comenzada esta nueva gestión escucho del registro único y vuelvo a anotarme y ver que papeles me faltaban. Me llamaron unas semanas después, tuve una breve entrevista en la oficina municipal y ahí acordamos la visita de un asistente social que iría a nuestra casa a ver nuestras condiciones de vida. Cuando vino a casa yo desconfiaba y le preguntaba cuántos años pasarían hasta que pudiera salir lo del terreno aunque él me aseguró que estaban trabajando mucho para poder sacarlos.”
Según relata Ana, cuando finalmente la llamaron la semana pasada para avisarle que le habían adjudicado un terreno le costó creerlo. “Fuimos hasta la muni, y ya ahí me encontré con algunas amigas, nos abrazamos y lloramos, porque era un sueño lejano que de pronto se hacía realidad.” detalla Ana.
“Ahora es verdad y hay que poner los pies y las manos en la tierra para trabajarla y aprovechar esta gran oportunidad. Si bien me siento muy afortunada sé que esto no pasó milagrosamente, sino que hay todo un equipo de gente trabajando, poniendo el lomo para que salgan estos proyectos tan necesarios” dice Ana aún notablemente emocionada.
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