
En pocos días se cumple un año de gobierno libertario. Son 365 días de nuestros 1460. Nuestras esperanzas de una reacción popular en defensa de nuestros derechos no se diluyeron pero se depositan en otro tipo de reacción distinta a la que conocemos y que hoy, en la noche de los monstruos no termina de nacer. El termómetro social está elevado pero no alcanza.
En estos días de revolución IA circulan ideas de la cancelación del futuro y la imposibilidad de pensarnos sin caer en la nostalgia por un pasado que se supone mejor.
El horror de los centennials cuando se les pregunta si recuerdan algo como Friends es bien relatado por el autor Grafton Tanner en su libro “porsiemprismo”. La tesis del autor es que a nuestro tiempo le falta nostalgia real, basada en el final de las cosas, ya que solo tenemos porsiemprismo. Negamos los finales asociados a sentimientos de tristeza y por consiguiente las posibilidades reales de cambio.
Si a esto le sumamos la falta de tiempo, la constante sensación de colapso y la evitación por todos los medios del aburrimiento… poco margen nos queda para imaginar esas nuevas formas de resistencia y de cambio de nuestras condiciones materiales.
El pensador Pascal Chabot, hace un análisis de nuestra falta de tiempo y postula que es tiempo de pensar el tiempo en cuatro dimensiones para ver qué categoría de tiempo aplica a cada situación. Destino (pasado), progreso (futuro) e hipertiempo (presente) son las categorías en las que podemos trasladarnos para tomar diversas actitudes frente al tiempo. Somos mestizos temporales, frente a una historia fatal en la que no tenemos injerencia. El progreso debe ser nuestro esquema preferible, tomar conciencia de las maravillas que tiene nuestro tiempo para poner a nuestro favor la realidad con sus condiciones materiales.
El Kairos de los griegos es la oportunidad que nos da el tiempo para comprender, evaluar y actuar. Chabot la trae para proponer pasar de la filosofía a la cronosofía. Recordarnos que como humanos todo lo que tenemos es tiempo, solo tenemos que ver las oportunidades de acción y trabajar en ello.