Por Nehuén Bedetti
Quienes vivimos en la Comarca conocemos la belleza de sus paisajes repletos de arroyos, ríos y áreas naturales de una gran importancia ambiental. Gran parte de las localidades se encuentran atravesadas de norte a sur por el río Quemquemtreu. Este es un río de montaña con unos 20 km de longitud desde su naciente en la confluencia de los ríos El Ternero y Los Repollos, hasta su desembocadura en el río Azul.
El Quemquemtreu se caracteriza por presentar, en las estaciones de invierno y primavera sus máximos caudales, debido a que se suelen desarrollar fuertes precipitaciones y nevadas, que, tras su derretimiento, alimentan el caudal del río, aumentando el riesgo que se produzca una inundación. Además, este río presenta una diferencia muy marcada entre sus caudales medios y sus caudales extremos, por lo que es muy peligroso desarrollar cualquier tipo de asentamiento urbano cerca de sus márgenes, sin establecer un mapa de riesgo de inundación previo.
El Bolsón: ¿El Crecimiento demográfico aumentó el riesgo de inundación?
El crecimiento de la población urbana a escala mundial es cada vez mayor y en nuestra zona la expansión recae sobre espacios naturales tales como bosques, ríos, lagos, que terminan produciendo importantes cambios en los usos del suelo.
La localidad de El Bolsón no se encuentra exenta de este fenómeno y ha sufrido un crecimiento demográfico muy importante en los últimos 29 años. Según los Censos poblacionales del INDEC, la ciudad, pasó de tener en el año 1991 una población de 12.598 habitantes a tener, en el último censo llevado a cabo en el año 2010, 19.727 habitantes. Es decir, en el transcurso de esos 19 años, la localidad tuvo un aumento en su población de 7.129 habitantes (63,8%). Sin embargo, los datos actuales hablan de una población que creció al doble en la última década.
A la par del crecimiento comenzó un proceso de urbanización que incluyó la construcción de nuevas calles, viviendas familiares, edificios, etc. Con los años se desarrollaron políticas que permitieron el desarrollo urbano en los márgenes del río Quemquemtreu, dentro de la línea de ribera y de su llanura de inundación, lo que ha generado un grupo poblacional vulnerable ante alguna posible crecida del río.
La degradación del suelo y la destrucción ambiental saltan a la vista cada vez que llueve copiosamente en la zona.
A su vez, la creciente deforestación generó un proceso de impermeabilización y erosión de los suelos, que repercute en la capacidad de los mismos de infiltrar el agua de las precipitaciones, aumentando el volumen y la velocidad del escurrimiento que desembocará, alimentará y aumentará el cauce del río.
Un ejemplo de esto es la deforestación y urbanización no planificada que se desarrolla en la Loma del Medio. Si se continua con estas actividades no planificadas, las fuertes precipitaciones escurrirán de manera más veloz, debido a su pendiente y aportarán una mayor cantidad de agua al caudal del río Quemquemtreu, debido a la pérdida de absorción a la que se enfrenta el suelo. El impacto ambiental será equivalente, al tiempo que se expondrá a un mayor riesgo a la población que se encuentra residiendo dentro de la llanura de inundación y los territorios adyacentes a la misma.
¿Hay alguna posible solución para esta problemática?
Urbanizar implica hacer un uso pertinente y cuidado del suelo. Uno de los métodos no estructurales utilizados son los mapas de zonificación de las planicies de inundación. En estos se establecen las zonas de riesgo hídrico, a través de la delimitación de las Líneas de Ribera de río (fija el promedio de las máximas crecidas ordinarias del río y establece el límite entre la propiedad privada y el dominio público). Esto permitirá establecer usos del suelo para prevenir emergencias hídricas y sus efectos nocivos, delimitando zonas de riesgo frente a inundaciones, demarcando zonas de reserva que protejan la cobertura vegetal, instalando mecanismos de alerta y categorizando las áreas, según los riesgos que las mismas presenten.
Es fundamental comprender que la conservación de los bosques de la zona no solo ayudará a impedir la erosión de los suelos, sino que también preservarán el ambiente con su diversidad.
Esta información, colocada en un Sistema de Información Geográfico, servirá como una herramienta fundamental en la toma de decisiones, a la hora de elaborar una planificación urbana que tenga en cuenta esta problemática.
En lo que respecta a los ocupantes de las viviendas instaladas dentro del cauce, se entiende la necesidad de que sean reubicados en un área alejada del riesgo de inundación, garantizándoles una mejor calidad de vida, y a su vez, despejar el cauce de toda construcción, recuperando la permeabilidad de los suelos, e impedir que se vuelvan a generar construcciones en dicha área. Resulta evidente que la falta de oportunidades en el acceso a la construcción de viviendas en una mejor localización llevó al asentamiento de muchas familias que son hoy la población más vulnerable a las inundaciones y la que mayores deficiencias presentan en su calidad de vida ante la falta de servicios.
Un ejemplo de esta medida es la reubicación que fue desarrollada, a través del Programa de Mejoramiento de Barrios, en el año 2006, en donde se relocalizaron a 190 familias, asentadas en el cauce del rio, en 237 viviendas en un barrio alejado del río llamado Barrio Nueva Esperanza. El problema que hubo con este proyecto fue que aproximadamente el 30% de las familias reubicadas vendieron los terrenos localizados en el cauce del río a otras familias o se los regalaron a familiares o amigos que se encontraban en situación de calle.
En la actualidad las inundaciones del rio Quemquemtreu siguen siendo una problemática que afecta a muchas familias, es por esto que es importante comenzar a implementar medidas socio-territoriales que permitan mitigar dicha problemática.
Si no se comienza a desarrollar un ordenamiento territorial que tenga en cuenta el riesgo de inundación y la importancia de los bosques no sólo seguirán en riesgo las vidas de muchas personas: también nos enfrentaremos a un deterioro ambiental irreversible.