A la hora de la dormir la siesta, esa costumbre de la que siempre carecí, la estrategia de mi cansada abuela para bajar los niveles de ansiedad era invitarme a escuchar radionovelas.
Encendía su pequeña radio a pilas, tamaño de bolsillo (o de oído, como me decía), y la ubicaba debajo de la almohada entre nuestras cabezas. La acomodaba hasta que el sonido fuera lo más limpio posible y me invitaba a prestar atención a los eventos.
Yo me sorprendía al notar lo mucho que se podía hacer con un par de voces acompañadas por efectos y entonces me dejaba llevar por la experiencia de escucha. En casa la radio no era el medio habitual.
Ese momento era como compartir un cuento que a ella le daba mucho sueño contarme: por suerte una costumbre que sí había adquirido en mi casa era la de escuchar lecturas.
El relato nos acunaba a ambas entre las luces que se filtraban por la persiana y el sonido de las aves que provenía de afuera. Ahí, por esas rendijas de luz llegaba el sueño poco a poco.
Nos quedábamos dormidas las tres juntas con la radio.
Un día me fui a vivir lejos y nuestras visitas se hicieron más esporádicas, pero siempre pudimos encontrarnos como oyentas de algún programa.
Por un tiempo le dio por escuchar “viejitos que están solos y se conocen a través de este programa”, algo me divertía y me angustiaba en partes iguales, luego comenzó a dormirse escuchando boleros… siempre tenía algo que contarme porque lo había “sentido” en la radio.
Ya adulta, cuando sentía nostalgia de esos momentos, sintonizaba la radio en los horarios en que ella lo hacía porque sabía que era una experiencia que compartíamos de forma tácita.
La práctica era similar a lo que una hace cuando extraña a alguien y mira a la luna, esperando que esa persona al menos esté mirando la luna como vos o al menos siendo bañada por ella.
Eso es la radio. Una conexión que trasciende todas las fronteras, incluso las físicas, mientras crea intimidad: entra a tu cuerpo y te hace vibrar física y emocionalmente.
Ella trae voces y sonidos que te acompañan igual que lo hace alguien que está escuchando con vos.