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Un paso más contra los prejuicios

La regulación del autocultivo de cannabis medicinal en todo el país fue confirmada ayer por el gobierno de la Nación a través del decreto 883/2020 que reglamentó la ley 27.350 de uso medicinal del cannabis. En sus fundamentos más importantes, la norma incluye la autorización del cultivo personal y en red de usuarios. Hasta el momento los aceites usados para pacientes con epilepsia refractaria se obtienen por importación, se venden en el mercado ilegal o se elaboran a través de la organización de familiares. A partir de ahora, los pacientes, investigadores y cultivadores podrán registrarse en el Programa Nacional de Cannabis (Reprocann) que los habilita a participar en la dinámica de producción.

LaSirena dialogó con Mariana Amorosi, Asistente de Planificación del Centro Regional Patagonia Norte del INTA que, desde 2019, trabaja en colaboración con la ONG Ciencia Sativa en una plantación experimental de dos hectáreas en las instalaciones que el instituto tiene en Guerrico, Río Negro. “El cultivo apunta a producir cannabis medicinal. Nuestro objetivo es tener materia vegetal para investigar, hacer un trabajo interdisciplinario con el resto de las instituciones públicas y poder avanzar en este tema con el espíritu del cultivo público que permita el desarrollo del producto de calidad y seguro”, relató Amorosi.

“Esperamos que se pueda ir extendiendo la autonomía en el cultivo. Es pronto para saber cómo será la implementación porque es muy reciente y estamos a la espera de las distintas disposiciones”, explicó la funcionaria del INTA.
Sin embargo, desde el organismo apuntan a que “pueda ser una nueva economía regional. Buscamos poder construir conocimiento, bajar los niveles de prejuicios mientras avanzamos en la investigación científica y tecnológica. Es una alegría para nosotros que se haya reglamentado y que se abra a nuevas patologías. Hasta ahora era sólo para epilepsia refractaria y es necesario habilitarlo para quienes lo necesitan en lo inmediato y no consiguen acceder. Buscamos construir entre todos el camino que para todos es nuevo y lo necesitamos para generar nuevas economías, formación, capacitación y en eso estamos”, celebró Amorosi.

Actualmente hay un aceite que está aprobado por la Anmat, es de venta libre y tiene alto contenido de cannabidiol. Cada una de las botellas de aceites importados cuesta un promedio de $50 mil pesos. Muchas veces los pacientes deben utilizar dos o tres por mes. La nueva normativa no solo habilita a cultivar y comprar los productos en farmacias sino también a continuar con la importación en aquellos tratamientos ya iniciados.

Según la nueva reglamentación, se autorizaron tres variantes para acceder a través del cultivo: el autocultivo para uso personal; el cultivo solidario o para terceros, una modalidad novedosa en la Argentina, pero utilizada en Estados Unidos y Canadá, en el que una persona cultiva para donárselo a otra que no puede hacerlo; y el cultivo comunitario.

Foto: Agrupación Bolsón Cannábica

Una mirada local y crítica sobre el tema

“Visto todo lo que ha sucedido hasta ahora y teniendo en cuenta la malaria económica que se viene, pensamos que se han quedado bastante cortos. Insistir con el registro de pacientes es una mezcla de autoritarismo y burocracia que no lleva a nada positivo. Esto significa que muchos no se registrarán por miedo”, explica Iktami Devaux (Luis Videla), quien preside la ABC (Agrupación Bolsón Cannábica)*.
Si bien celebran el alivio para las organizaciones como Mamá Cultiva, desde la agrupación temen que el control y la autoridad siguen estando en manos de gente que poco sabe de cannabis.
Sin embargo, desde ABC destacan que seguirán como siempre “ayudando a los pacientes que lo necesiten con nuestro aceite. Un aceite que por ahora no tiene par en todo el país y que es notablemente superior al famoso Charlotte’s Web (el importado de EEUU y único aprobado por la ley anterior)”.
Además, aprovechando esta nueva regulación, Devaux asegura que iniciarán un “club de cultivo registrando a los cientos de pacientes que venimos tratando hace años y a partir del lunes empezaremos los trámites para lograr que una farmacia local suministre nuestro aceite”.
Además, desde la agrupación esperan que el decreto sea “algo provisorio y que en corto plazo saquen algo más acorde con la realidad de tantos porque ‘legalizar’ no siempre es descriminalizar”.

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