LaSirena estuvo presente en la jornada de visibilización de la UNRN sede El Bolsón, que forma parte de la estrategia general en defensa de las 57 universidades nacionales de Argentina. La comunidad educativa universitaria local apostó a esta medida de fuerza para visibilizar la situación crítica que se atraviesa a partir de la emergencia económica surgida de la decisión del gobierno de otorgar un presupuesto prorrogado del 2023. Esto implicó un gran desfasaje financiero por el que las actividades solo podrían sostenerse hasta mitad de año. La iniciativa contó con la presencia solidaria de gremios, medios y de la comunidad educativa de la Comarca.
El docente de la UNRN Hernán Andrade fue el primero en abrir el micrófono de la Jornada. Allí contó que en sus años en la universidad pública es “la primera vez que veo a todas las federaciones juntas lo que por un lado me preocupa, pero por otro me pone contento porque podemos llegar a tener más éxito”. El docente recalcó que el sistema universitario se integra por 57 universidades nacionales que permiten que los estudiantes puedan formarse en los lugares donde viven sin tener que irse de sus hogares. “Formarse en el territorio es formarse con perspectiva de su lugar”, reflexionó.
En ese sentido destacó que la manifestación es unificada ante una clara “política de ajuste que atenta contra el derecho de los estudiantes para poder continuar sus estudios”. Recientemente y en una maniobra tramposa, el Gobierno Nacional anunció un 70% de incremento para solventar los gastos de las universidades públicas nacionales. Sin embargo, dicho porcentaje corresponde a sólo el 3,5% del total del presupuesto universitario del año 2023 y está destinado únicamente a cubrir gastos operativos. Es decir que no alcanza a salarios docentes y nodocentes, que vieron pasado por la motosierra su sueldo.
Otra de las estrategias del gobierno para desinformar en medio del malestar.
Por eso esta jornada. Andrade recordó que la comunidad educativa se compone más que por estudiantes y docentes. Hay múltiples roles así como funciones que tiene la universidad de fomentar las actividades deportivas, de investigación o de extensión universitaria.
En ese sentido tomó la palabra la representante estudiantil Jordana quien lamentó que hoy comienzan a verse situaciones en las que “muchas personas deben resignar su estudio para poder subsistir”. La estudiante invitó a “otros centros de estudiantes para organizarse y ponerse de acuerdo para poner un freno a la barbaridad que estamos viviendo”.
Posteriormente llegó la intervención del docente e investigador Mariano Amoroso quien recalcó que estamos ante “un proceso de desmantelamiento del Estado(…) Mediante varios DNU pasaron por encima de la Constitución, gran parte de las medidas se llevan en un marco de ilegalidad por lo que se van pudiendo frenar”, comentó Amoroso. Se trata de un proceso desgastante para todos los sectores. “Sabemos que más del 80 por ciento de los estudiantes de esta universidad son universitarios de primera generación. No se están dando nuevas becas (…) Hay docentes que vieron reducida su dedicación horaria,” recordó el investigador. Además concluyó que “Si no hay un cambio esto no va a ningún lado”.
El micrófono pasó por las manos de representantes gremiales y personas que de alguna forma hicieron su aporte a la universidad pública local. Al finalizar las exposiciones, Andrade recordó que es probable que no se trate de una única manifestación y agradeció la presencia de distintos sectores con los que, aseguró, se seguirán encontrando en las calles porque “estamos todos en la misma”.
LaSirena en las calles
LaSirena habló con las personas que se acercaron a acompañar el reclamo para conocer su opinión. Noel, una joven investigadora del Conicet aseguró que “la Universidad acá en Bolsón es una oportunidad para los jóvenes de poder tener una profesión, una carrera, cuando las posibilidades de irse del pueblo, o irse a ciudades más grandes, más costosas no existen”.
“Por otro lado la universidad acá tiene carreras como la licenciatura en agroecología que no existe en ninguna otra parte del país, que les da a los egresados la posibilidad de trabajar en su propio lugar y que propone actividades de extensión“, agregó.
Un turista de Santa Fe pasaba por el boulevard donde estaban emplazados los pupitres simulando una clase abierta. Le preguntamos si estaba al tanto del reclamo de las universidades, expresó que “muy por arriba”, y luego continuó “nosotros allá tenemos la Universidad del Litoral y están con reclamos porque no alcanza para cubrir el presupuesto anual, los sueldos y demás. Veo que acá está pasando lo mismo. Pienso que es duro, porque nuestra ciudad recibe muchos chicos que llegan a vivir. Supongo que el recorte de becas va a afectar la posibilidad de los chicos para estudiar”.
En la misma Linea pero desde su propia experiencia, Joaquín, estudiante de la carrera audiovisual en la sede local y primera generación de estudiantes universitarios agregó que “en la Patagonia hay 98000 estudiantes. En lo que son universidades repartidas a lo largo de la Patagonia. ¿Qué sucedería si no estuvieran? Yo creo que no tenemos los 98mil estudiantes la posibilidad de migrar para estudiar a universidades de la ciudad. Una universidad en este lugar habla del territorio, es una inversión para que haya desarrollo en el territorio, está la carrera de agroecología que ya tiene un monton de egresados laburando. Hay que sacar la visión mercantil, hay que verlo como un proceso de producción, de crecimiento de los distintos lugares del país“.